El edadismo es la discriminación hacia las personas en función de su edad, especialmente a las personas mayores. Incluye estereotipos (lo que pensamos), prejuicios (lo que sentimos) y discriminación (cómo actuamos). Puede ser en relación a las demás personas o autoinflingida (la que una persona se aplica a sí misma).
ESTEREOTIPOS
Algunos ejemplos de estereotipos edadistas son: pensar que todas las personas mayores son frágiles o son amables o que todas las personas jóvenes son maleducadas, impacientes…
PREJUICIOS
Son prejuicios edadistas los sentimientos de temor o desconfianza hacia las personas jóvenes o sentimientos de lástima hacia las personas mayores.
DISCRIMINACIÓN
Estos estereotipos y prejuicios pueden conducir a una conducta discriminatoria, por ejemplo, cuando no se valora la experiencia laboral de una persona porque se le considera mayor, o no se tiene en cuenta la opinión de una persona porque se le considera demasiado joven. Un ejemplo de edadismo autoinflingido es cuando una persona mayor cree que ya es tarde para aprender y no se plantea iniciar una nueva afición.
La discriminación por razón de edad se inicia en la infancia y se refuerza a lo largo de la vida. Los niños y niñas perciben los estereotipos respecto a la edad existentes en su cultura a través de lo que les transmiten las personas de su entorno. Los estereotipos que han interiorizado orientan sus sentimientos y comportamientos respecto a las personas de diferentes edades.
DIMENSIÓN DEL EDADISMO
El edadismo es generalizado a nivel mundial y está presente en numerosas instituciones y sectores claves de la sociedad como los servicios sociosanitarios, el lugar de trabajo, los medios de comunicación, el sistema judicial… y constituye un problema de derechos humanos, a la vez que un problema de salud pública de gran envergadura.
EFECTOS DEL EDADISMO EN LAS PERSONAS MAYORES
Se conocen poco los efectos del edadismo en las personas jóvenes. En el caso de las personas mayores se asocia con una menor esperanza vida y una salud física deficiente relacionado con que la propia persona mayor puede descuidar los hábitos saludables de alimentación, actividad física, alcohol, tabaco… al considerar que ya no es necesario.
Estereotipos sobre la sexualidad de las personas mayores y actitudes de la propia persona o de su entorno, impiden a menudo una expresión libre y plena de su sexualidad. Además, pueden tener menor probabilidad de solicitar un diagnóstico y tratamiento de Infecciones de Transmisión sexual (ITS) debido a que no disponen de servicios de salud sexual destinados especificamente a ellas y por temor a encontrar, en los profesionales sociosanitarios, actitudes edadistas respecto a su sexualidad.
También se asocia a una peor salud mental; puede tener una repercusión negativa en la autoestima, influye en los procesos psiquiátricos y se asocia a la aparición de depresión. También acelera el deterioro cognitivo.
En relación al bienestar social, el edadismo reduce la calidad de vida de los adultos mayores, aumenta su aislamiento social y su soledad, y puede aumentar el riesgo de violencia y abuso contra las personas mayores. También contribuye a la pobreza y la inseguridad económica de las personas en la vejez.
El edadismo está presente en nuestra sociedad.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Es importante relacionarnos y vivir desde el respeto y el buen trato hacia todas las personas. Para ello, podemos empezar por revisar nuestros comportamientos y el lenguaje que usamos cuando hablamos de las personas de un determinado grupo de edad.
Amaya Aguas Torres Enfermera. Sección de Promoción de Salud y Salud en todas las Políticas (Instituto de Salud Pública y Salud Laboral de Navarra). Maite Calvo Yanguas Javier Vallés Romero Enfermeros. Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.
La insuficiencia venosa crónica (IVC), conocida popularmente como “piernas cansadas”, consiste en la incapacidad de las venas de las extremidades inferiores para realizar un adecuado retorno de la sangre al corazón, provocando su acumulación en las piernas.
La enfermedad venosa crónica es una de las enfermedades más prevalentes y uno de los principales motivos de consulta por patología vascular en atención primaria, muchas veces infradiagnosticada. Afecta a un 25 % de la población y más del 50 % corresponde a mujeres.
SÍNTOMAS
Los síntomas que se pueden presentar van desde dolor, pesadez, cansancio de piernas, sensación de calor, hinchazón, calambres y picor, hasta aparición de pequeñas venas azuladas (teleangiectasias o “arañas vasculares”) o grandes venas dilatadas (varices), trastornos en la piel como aumento de color (hiperpigmentación), úlceras, etc. Pueden llegar a generar complicaciones graves como trombosis venosas, sangrado, etc.
FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo relacionados con esta patología pueden ser:
Factores no modificables (donde no podemos influir):
Factores genéticos
Edad
Sexo femenino
Etapas de mayor riesgo como el embarazo y la menopausia.
Factores modificables (factores externos sobre los que podemos influir para prevenir y controlar la enfermedad):
Vida sedentaria, o largos periodos en la misma posición de pie o sentado.
Aumento de peso y obesidad
La falta de ejercicio físico.
Exposición al calor
Estreñimiento
Tabaco
Ciertas medicaciones como las pastillas anticonceptivas y hormonales.
CÓMO PREVENIR
La mejor forma de evitar esta patología es su prevención. Algunas recomendaciones son:
Llevar una dieta saludable.
Reducir el consumo de sal para evitar la retención de líquidos.
Dieta rica en fibra para evitar el estreñimiento.
Realizar ejercicio físico. Deportes como la bicicleta, la natación o caminar una media de 30 minutos diarios ayuda a activar la circulación.
Disminuir de peso.
Abandono del tabaco.
Evitar pasar demasiado tiempo sentado o de pie.
En los casos recomendados, el uso de medias de compresión asegura el retorno venoso al ejercer una presión pasiva en reposo y otra activa en movimiento. Esta terapia compresiva se receta por profesionales sanitarios que decidirán el tipo de compresión a utilizar. Es imprescindible una correcta toma de medidas para asegurar la talla adecuada en cada paciente y que el tratamiento sea efectivo. Además, es importante ponérselas todos los días por la mañana antes de levantarse, existiendo dispositivos que facilitan la colocación de estos dispositivos.
Evitar el uso de prendas excesivamente apretadas que dificultan la circulación.
Utilizar calzado cómodo.
Elevación de extremidades inferiores durante el sueño y varias veces al día ayuda a reducir la hinchazón.
Evitar la exposición prolongada al sol o las altas temperaturas de forma continuada.
Las duchas con agua fría tienen un efecto antiinflamatorio al producir vasoconstricción (reducción del calibre de los vasos sanguíneos, mejorando de esta forma la circulación). O bien alternar agua fría con tibia para estimular el retorno venoso. Los masajes con geles fríos en sentido ascendente desde el pie a la rodilla también ayudan a activar el retorno sanguíneo.
Mantener la piel hidrataday aumentar el aporte de líquidos ingeridos (preferiblemente agua) para evitar la retención de líquidos y favorecer la eliminación de orina.
Estefania Ibañez Lagunas Enfermera especialista en Familiar y Comunitaria. Instituto Salud Pública y Laboral de Navarra.
Irene Iniesta Martínez Enfermera especialista en Familiar y Comunitaria. Instituto Salud Pública y Laboral de Navarra.
Según las últimas encuestas realizadas en nuestro país, un 33,1% de personas fuman a diario en la edad adulta entre los 15 y 64 años, siendo mayor el consumo en hombres que en mujeres. En el caso de las personas jóvenes de entre 14 y 18 años, un 9% refiere haber consumido tabaco a diario en el último mes.
DAÑOS A DISTINTOS NIVELES
Conocemos que el consumo de tabaco perjudica la salud de la persona fumadora y también sabemos que se producen daños a distintos niveles:
Primer nivel: persona fumadora. La persona que fuma inhala constantemente humo de tabaco. Este humo, además de la nicotina que produce adicción, contiene muchas sustancias químicas cancerígenas, tóxicas e irritantes que alteran el sistema inmune y que favorecen la aparición de múltiples enfermedades del aparato respiratorio como EPOC, asma bronquial; del corazón como el infarto y también ictus y distintos tipos de cáncer, entre otras.
Segundo nivel: fumadores pasivos. Son todas aquellas personas que, sin ser fumadoras, están expuestas al aire contaminado por el humo que expulsa la persona fumadora y el que desprende el cigarro al quemarse. Se ha estimado que el humo a este segundo nivel contiene una concentración de determinados tóxicos muy superior a la del que se aspira directamente del cigarrillo, relacionándose con múltiples enfermedades en personas adultas y también en niños y niñas.
Tercer nivel: gases y partículas en las superficies. Cuando se fuma, determinados gases y partículas contenidas en el humo del tabaco se depositan sobre el polvo, superficies y objetos del ambiente (muebles, sofás, juguetes, etc.). No se eliminan ventilando, persisten en el tiempo (incluso hasta 6 meses después de dejar de fumar) y pueden reaccionar con otros compuestos del ambiente generando contaminantes incluso más tóxicos que los anteriores.
Cuarto nivel: el impacto sobre el medio ambiente. Por un lado, el cultivo de la planta de tabaco requiere de un uso intensivo de plaguicidas y fertilizantes, que contribuyen a la degradación del suelo. Durante el proceso de fabricación de productos de tabaco y distribución, así como a través del consumo o deshecho de cigarrillos, se generan múltiples productos químicos, tóxicos, colillas, microplásticos y otros residuos que envenenan el agua, suelo, playas, etc. Por otro lado, el humo de tabaco aumenta los niveles de contaminación atmosférica y contribuye al cambio climático.
NUEVAS FORMAS DE CONSUMO
Actualmente existen, además del tabaco convencional, nuevas formas de consumo como son los Productos de Tabaco Calentado (PTC) y los Dispositivos Susceptibles de Liberación de Nicotina (DSLN) o también llamados cigarrillos electrónicos, entre otros. A día de hoy, se sabe que tanto el aerosol que generan estos dispositivos como el producto en sí, que contiene entre otros compuestos tóxicos, metales pesados, producen efectos perjudiciales para la salud a los cuatro niveles mencionados antes.
INTERVENCIONES EN DIFERENTES ETAPAS DE LA VIDA
Desde el punto de vista de la Promoción de la salud, con el objetivo de reducir el impacto del consumo de tabaco en la salud de las personas, se plantea realizar intervenciones en distintas etapas de la vida que contribuyan a promover entornos más saludables, libres de tabaco. En este sentido las acciones se centran fundamentalmente en tres momentos clave:
Prevenir que las personas se inicien en el consumo, sobre todo en edades jóvenes. Son diversos los factores que contribuyen a que las personas jóvenes se inicien en el consumo de tabaco, entre ellos las estrategias de la industria tabacalera. Es preciso sensibilizar, informar y trabajar con las personas jóvenes entre otras en el desarrollo de habilidades para evitar que empiecen a fumar tabaco u otros productos, tanto en el entorno educativo, familiar y en la comunidad.
Promover los espacios sin humo donde las personas podamos respirar aire limpio y no estar expuestas a la conducta de fumar. Especialmente para niños y niñas, disponer de espacios donde no haya exposición a este comportamiento, puede contribuir a que no se normalice el fumar.
Ayudar a las personas a dejar de fumar. A través de apoyo educativo programado individual o grupal y de la disponibilidad de ayudas farmacológicas se realizan intervenciones para ayudar a las personas que lo soliciten a superar la adicción al tabaco. Este apoyo se realiza fundamentalmente desde los centros de salud y también existen talleres educativos telepresenciales, ofrecidos desde la Escuela de Pacientes.
Amaya Aguas Torres Maite Calvo Yanguas Luisa Iribarren López Enfermeras. Sección de Promoción de la Salud y Salud en todas las Políticas (ISPLN) Osasuna Sustatzeko eta Politika guztietan Txertatzeko Atala (NOPLOI)
Fuentes
Colado Megía I., Farré Albadalejo M., Leza Cerro J.C, Lizasoain Hernández I. Drogodependencias, 4º Edición. Editorial Medica Panamericana. Versión impresa
Cuidar a personas con enfermedades que ocasionan dependencia es una tarea compleja que incluye actividades variadas: cuidados básicos (cocinar, limpiar…), sanitarios (curas, medicación, movilización…), cuidado de las relaciones, del ambiente, apoyo emocional… De alguna manera, conlleva un exceso de tareas y una sobrecarga emocional que suele afectar a la propia vida. También puede constituir, para quien cuida, una experiencia de desarrollo personal y satisfacción.
CONSECUENCIAS EN LA SALUD DE LA PERSONA CUIDADORA
Muchas personas desean cuidar a su familiar en el domicilio, sin embargo, diversos factores sociales dificultan enormemente esta tarea: personas cuidadoras envejecidas, familias reducidas, incorporación de la mujer al mercado laboral, coste de los cuidados formales… Normalmente es una única persona la que asume la mayor parte de la responsabilidad de los cuidados, suele ser: mujer, de entre 45 y 65 años, casada, comparte domicilio con la persona cuidada, etc. Aunque esto está cambiando en los últimos años hacia un mayor reparto entre los y las familiares del cuidado y de las responsabilidades.
Se ha visto que las consecuencias del cuidado en la salud de las personas cuidadoras pueden ser: cansancio, deterioro de la salud, no disponer de tiempo para sus autocuidados, sentimientos de depresión, toma de medicación…
Es importante procurar un equilibrio entre cuidar y cuidarse.
ESCUELA DE SALUD NAVARRA Y ESCUELA DE CUIDADOS
La Escuela de Salud Navarra coordinada desde el Instituto de Salud Pública, está formada por la Escuela de Madres y Padres, Escuela de Mayores y Escuela de Pacientes. Esta primavera ha ampliado su oferta de actividades creando la Escuela de Cuidados.
Dicha escuela pretende apoyar a quienes cuidan para que lo hagan lo mejor posible y, al mismo tiempo, cuiden de su propia salud y bienestar.
El profesorado está compuesto por profesionales del ámbito social y sanitario, así como por personas cuidadoras expertas, intentando sumar los saberes profesionales y los de las propias personas.
Se ofertan dos talleres, que se imparten en toda la geografía de Navarra:
Uno dirigido a quienes cuidan de personas con Alzheimer y otras demencias.
Otro para personas que cuidan de otras con alguna dependencia.
Existe más información disponible acerca de la Escuela de cuidados o de la programación actual de los talleres en: http://escueladecuidados.navarra.es/
Enfermeras Sección de Promoción de la Salud y Salud en todas las Políticas (ISPLN) Osasuna Sustatzeko eta Politika guztietan Txertatzeko Atala (NOPLOI)
La promoción de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla y la acción comunitaria constituye uno de sus pilares básicos a nivel local.
Desde hace años se ha evidenciado la influencia que tienen en la salud no solo los estilos de vida de las personas, sino también la estructura social, política y económica en la cual viven y las redes comunitarias. Los determinantes sociales de la salud tienen gran influencia, por eso, se trata de tener en cuenta no solo la responsabilidad personal sino la influencia de las condiciones del entorno.
LOS ACTIVOS DE SALUD
También, es importante el enfoque salutogénico, que considera los factores que hacen que se genere salud o que se mantenga. Las comunidades tienen varios elementos que actúan como generadores de salud y que juntos pueden crear sinergias y potenciarse: los activos de salud y calidad de vida.
Los activos de salud son los factores reconocidos y valorados por la comunidad que hacen fácil y accesible las opciones orientadas al bienestar. Pueden ser tanto elementos del entorno (un espacio verde donde salir a pasear), como servicios (una jubiloteca, un polideportivo, un centro de salud), como personas referentes en la comunidad que promueven la salud, etc. En definitiva, todo lo que las personas identifican y usan porque les es útil para tener salud.
Cuando los y las profesionales desarrollamos acciones comunitarias, nos orientamos, por una parte, a mejorar el entorno donde viven las personas (entornos saludables) y, por otra, a mejorar las capacidades de éstas para llevar una vida más sana. También, buscamos reforzar sus vínculos y la cohesión social.
NUESTRO ROL EN LA ACCIÓN COMUNITARIA
El rol de las personas cuando llevamos a cabo acciones comunitarias se propone que sea un rol de colaboración, facilitador de procesos, con otros sectores y con la comunidad. Implica pues, un reconocimiento de los conocimientos y las experiencias de las personas de otros sectores, entidades y colectivos con las que trabajamos.
Esto requiere situarse de igual a igual en los procesos, partir de que hay distintos conocimientos en el tema y que el nuestro es uno más de ellos. Y que todos suman.
Tras el confinamiento de marzo de 2020, la vida de la sociedad en general y de los niños, niñas y adolescentes en particular cambió de forma radical. Se han modificado sus rutinas y ha variado el contacto directo con sus amigas, amigos y otras personas cercanas.
A lo largo de esta pandemia, las familias han estado y están sometidas a muchos factores que producen estrés y pueden estar teniendo dificultades económicas, sociales, laborales y emocionales. Estas personas pueden necesitar apoyos para reducir los posibles efectos que influyan negativamente en el desarrollo de niñas, niños y adolescentes.
El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN/NOPLOI) ha elaborado undecálogocon las claves para promover la salud infantil y reducir el impacto causado en estas edades por la pandemia de COVID-19.
DIEZ CLAVES
Pulsa para ampliar
Observarles y escuchar qué dicen, qué hacen, cómo están, … dedicarles tiempo y acompañarles en su desarrollo.
Reconocer y aceptar que en esta pandemia puedan sentir tristeza, preocupación, miedo, etc. Acoger sus emociones mostrando afecto, empatía y comprensión.
Transmitir seguridad y confianza. Acompañar y permitir sus procesos de duelo. Siempre que se necesite, pedir ayuda.
Ofrecer información clara, sencilla y adaptada a su edad, relacionada con la pandemia y mantener las medidas de prevención.
Promover y ser modelo de relaciones de buen trato en la familia, entre iguales, en el centro escolar, en todos los entornos.
Fomentar su responsabilidad y autonomía, estableciendo límites razonables y acompañando sus aprendizajes.
Educar en el respeto a las distintas capacidades personales, familias, culturas, religiones, formas de ser chicos y chicas…
Cuidarles y cuidarnos, con rutinas diarias saludables: alimentación, higiene, sueño, descanso, actividad física, uso de pantallas, otras aficiones, etc.
Enseñarles medidas de prevención de situaciones de riesgo: accidentes, violencia en las redes, abuso y maltrato.
Dedicar tiempo al juego libre, con amigas y amigos, en la naturaleza, en familia. Disfrutar de los momentos cotidianos.
SESIÓN FORMATIVA PARA FAMILIAS
Además, se ha organizado una sesión formativa para familias a través de Internet el miércoles 19 de mayo, de 17:00 a 18:30 horas. Será un foro ofrecido por la Escuela de Madres y Padres, dentro de la Escuela de Salud Navarra, en el que se abordarán las necesidades actuales de niñas y niños y se aportarán claves para reforzar su bienestar emocional.
Hemos enviado un mensaje de verificación a su correo. Por favor, compruébelo.
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.Estoy de acuerdo