La voz es el sonido que resulta de la vibración de las cuerdas vocales al acercarse entre sí, como consecuencia del paso del aire a través de la laringe.
La voz es nuestra principal forma de comunicación y para algunas personas es, además, una herramienta de trabajo. De ahí la necesidad de mantener la voz en buenas condiciones.
Uno de los trastornos más frecuentes en la voz es la disfonía, definiéndose esta como la dificultad para producir sonidos al hablar o un cambio en el tono o calidad de la voz. La voz puede sonar débil, chillona o ronca (ronquera). La afonía es la pérdida total de la voz.
CAUSAS
Las causas más frecuentes son:
Laringitis o la inflamación de la laringe (lugar donde se encuentran las cuerdas vocales).
Resfriado común (virus).
Un mal uso de la voz (como gritar o cantar fuerte).
Respirar sustancias irritantes.
Consumo de tabaco o alcohol.
Con menor frecuencia, el reflujo gástrico (ácido del estómago que irrita la laringe).
En ocasiones la inflamación puede derivar en verdaderas lesiones de las cuerdas vocales, como nódulos, pólipos o granulomas de contacto. Por lo general, se suelen curar en unos días, pero algunas personas, por su profesión (profesor, músico, vendedor, etc.) tienen más riesgo de padecerlas. La necesidad de hablar durante muchas horas al día y a volúmenes excesivamente altos, cansa y desgasta la voz
FACTORES DE RIESGO
Mal uso (gritar o cantar fuerte) o abuso de la voz (profesionales).
Problemas alérgicos, inflamatorios (rinitis, faringitis o laringitis).
En el ambiente profesional influyen las condiciones de ventilación, humedad y temperatura, presencia de sustancias irritantes.
Malos hábitos (tabaco o alcohol).
El ruido es otro de los factores que agreden la voz, puesto que nos obliga a realizar un sobreesfuerzo.
SíNTOMAS
Sensación de bulto o inflamación en mi garganta.
Sensación de mucosidad en mi garganta y/o necesidad de toser o carraspear.
Necesito realizar un esfuerzo mayor al hablar.
Dolor y tensión en el cuello y parte alta del hombro alrededor de mi garganta.
Ronquera en la voz.
Mi voz empeora durante el día.
Necesito jadear para tomar aire.
Tener acidez y/o quemazón que sube desde el tórax hasta el cuello.
¿QUÉ PUEDO HACER SI TENGO DISFONÍA?
No fume. Cualquier día y cualquier motivo es bueno para dejar de fumar.
Beba a sorbos con mucha frecuencia.Evite:
las bebidas muy frías o muy calientes y las comidas picantes.
el alcohol.
los ambientes cargados de humo, polvo o gases de productos irritantes.
el aire seco. Puede humedecer el ambiente con un vaporizador.
Hable pausadamente y utilice poco la voz. Hable menos y siempre en un tono e intensidad moderados. Evite gritar, susurrar, cantar, reír fuerte. No aclare la voz (el «ejem…»), ni carraspee fuerte. Esto aumenta la inflamación de las cuerdas vocales. Evite:
hablar por encima de un ambiente ruidoso.
hablar durante el esfuerzo o el ejercicio físico.
No confirme verbalmente todo lo que habla su interlocutor, mantenga reposo de voz mientras escucha.
Reduzca en lo posible las situaciones de agotamiento, estrés, falta de sueño y la tensión psíquica. Si no mejora, aumente el reposo de la voz. No hable.
Debe saber esperar dado que el proceso de curación puede durar varios días.
Las gárgaras no tienen ningún efecto terapéutico en las cuerdas vocales. Evite también los descongestionantes («gotas para la nariz») porque pueden resecar las cuerdas vocales y prolongan la irritación.
Para mantener la voz en buenas condiciones es necesario adquirir hábitos saludables, tanto en la vida diaria, así como en la actividad laboral, manteniendo una buena higiene vocal.
HIGIENE VOCAL
Recomendaciones en torno al ambiente
Evite los ambientes cargados de humo.
Observe cómo afectan los cambios climatológicos a su aparato respiratorio.
Evite la inhalación de olores fuertes, productos de limpieza, pinturas (ya que son sustancias irritantes para el aparato respiratorio).
Mantener una humedad ambiental adecuada entre el 30 % y 70 %.
Recomendaciones en torno a la voz:
No fuerce la voz intentando sobrepasar al ruido ambiental.
Mantener una dieta equilibrada.
No se recomienda ingerir alimentos y bebidas excesivamente fríos, ni muy calientes.
Mantener una buena hidratación corporal (y por tanto en la laringe), bebiendo 2 litros de agua al día.
Mantener un correcto equilibrio postural.
Evitar el estrés, la fatiga y tensiones emocionales que pueden afectar a la voz.
Control de la técnica vocal: aprendizaje de técnicas de impostación de la voz, respiración, articulación…
CÓMO SACAR MEJOR PARTIDO A LA VOZ
Diferentes causas, asociadas o por separado, pueden provocar la pérdida de voz por parte del trabajador, haciendo que este no pueda llevar a cabo sus tareas. En último caso, puede llegar a resultar incapacitante.
Para aquellas personas que utilizan la voz como herramienta de trabajo (docentes, cantantes, teleoperadores…), la aparición de nódulos de cuerdas vocales a causa de esfuerzos sostenidos por motivos profesionales se reconocen como enfermedad profesional, según el Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre y la mutua lo comunicará como enfermedad profesional al Instituto Nacional de la Seguridad Social.
José Ángel Aizkorbe Iraizotz D.U.E Especialista en Enfermería del Trabajo
Mª José Ochotorena Ureta D.U.E Especialista en Enfermería del Trabajo
Bibliografía
Factores ambientales y hábitos vocales en docentes y funcionarios de pre-escolar con alteraciones de voz. 1.D.P. Barreto-Munévar, et al. Rev. Salud Pública, 13 (3) (2011), pp. 410-420
Patología vocal en trabajadores docentes: influencia de factores laborales y extralaborales. 1.R.E. Gañet, C. Serrano, M.I. Gallego. Arch Prev Riesgos Labor, 10 (1) (2007), pp. 12-17
Real Decreto 486/1997, sobre condiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo en su anexo III (Condiciones ambientales) de obligado cumplimiento.
Casanova C, Bosque Ll, Vilaseca I, Rigual L. Guía Clínica para el abordaje de la disfonía crónica en Medicina Primaria y Medicina del Trabajo. INSSBT, en colaboración con el grupo EVES de la UAB, 2016
El embarazo no es una enfermedad, sino un aspecto más en la vida de una mujer que, en muchos casos, debe compaginar con su vida laboral. Es aquí donde, en ocasiones, pueden surgir ciertos inconvenientes, tanto para ella, para el futuro hijo o para el hijo ya nacido lactante. Es entonces cuando el embarazo o lactancia se hace de riesgo. En este momento un trabajo que se realizaba sin dificultad se hace nocivo, pasando la trabajadora a ser considerada como “trabajadora especialmente sensible” (situación recogida en el artículo 26 de la Ley 31/1995 de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales).
El ordenamiento jurídico español, en el ámbito de la protección de la seguridad y salud de la trabajadora embarazada o en período de lactancia se conforma a partir de la aprobación de distintas disposiciones que dan cumplimiento a la normativa europea de aplicación: Directiva 92/85/CEE. Derivada de esta normativa, podemos decir que desde 1999 las trabajadoras pueden acogerse a la prestación por riesgo durante el embarazo y desde 2008 por riesgo durante la lactancia.
¿CUÁNDO EXISTE RIESGO DURANTE EL EMBARAZO/LACTANCIA?
Existe riesgo cuando las condiciones de un puesto de trabajo pueden influir negativamente en la salud de la trabajadora embarazada, del feto o del hijo amamantado menor de 9 meses, y estas condiciones conllevan la imposibilidad para continuar en el puesto de trabajo.
¿QUÉ ES LA PRESTACIÓN POR RIESGO DURANTE EL EMBARAZO/LACTANCIA NATURAL?
La prestación por riesgo durante el embarazo protege el periodo de suspensión del contrato en los supuestos en los que la trabajadora embarazada ocupa un puesto de trabajo con riesgo para su salud, la del feto o hijo lactante y no se ha podido adaptar para hacerlo compatible con su estado, ni reubicarla a otro sin riesgo.
¿CÓMO SE ACTIVA Y EN QUÉ CONSISTE LA PRESTACIÓN POR RIESGO DURANTE EL EMBARAZO/LACTANCIA?
Cuando una trabajadora no puede continuar desempeñando sus funciones habituales en el trabajo debido a la existencia de riesgo que puede afectar al desarrollo del feto y no es posible una adaptación o adaptación del puesto, la trabajadora debe realizar los siguientes trámites:
La trabajadora notificará a la empresa su situación de embarazo/lactancia para adaptar si fuera necesario y posible su puesto de trabajo.
Si existiera riesgo y no fuese posible una adaptación o cambio, solicitará la “Prestación de riesgo durante el embarazo” o “Prestación de riesgo durante la lactancia natural” a la empresa
Documentos a aportar :
TRABAJADORA POR CUENTA AJENA
• Informe del médico o ginecólogo del Sistema público de salud, en el que debe incluir la fecha probable de parto. • Ficha del puesto de trabajo que será aportado por el Servicio de Prevención de Riesgos laborales previa visita del técnico. • Certificado empresarial de situación de riesgo cumplimentado por la empresa. • Certificación médica expedida por los Servicios Médicos de la Entidad Gestora, en función de la Entidad con la que la empresa, o las trabajadoras por cuenta propia, tengan concertada la cobertura de los riesgos profesionales, en la que quede acreditado, que las condiciones de trabajo influyen negativamente en la salud de la mujer o del hijo.
TRABAJADORA POR CUENTA PROPIA
• Trabajos y actividades realizadas por la trabajadora, condiciones del puesto de trabajo, categoría y riesgo específico. Inexistencia de otro puesto compatible con su estado. • Declaración de la trabajadora por cuenta propia sobre situación de riesgo. • Solicitud de riesgo durante el embarazo o lactancia.
¿CUÁNDO COMIENZA EL DERECHO?
El derecho al subsidio nace desde el mismo día que se inicia la suspensión del contrato de trabajo o el permiso por riesgo durante el embarazo/lactancia. Se abonará durante el tiempo que sea necesario para la protección de la salud de la trabajadora embarazada y/o del feto y se abonará durante el periodo necesario para la protección de la salud de la trabajadora y/o del hijo y finalizará en el momento en que el hijo cumpla 9 meses, salvo que la trabajadora se haya incorporado con anterioridad a su puesto de trabajo, o actividad profesional anterior, o a otro/otra compatible con su situación.
¿CUÁNDO FINALIZA?
Trabajadoras por cuenta ajena: por suspensión del contrato de trabajo por maternidad; por reincorporación al puesto de trabajo anterior o a otro compatible con su estado; por extinción del contrato de trabajo por causas legales; por interrupción del embarazo; por cumplir 9 meses el hijo lactante; por fallecimiento.
Trabajadoras por cuenta propia: por inicio del descanso por maternidad; por reanudación de su actividad profesional; por causar baja en el Régimen Especial de la Seguridad Social; por interrupción del embarazo; por cumplir 9 meses el hijo lactante; por fallecimiento.
¿QUIÉN GESTIONA EL PAGO DE LA PRESTACIÓN?
La gestión y el pago de la prestación económica corresponderá a la Entidad Gestora o a la Mutua colaboradora con la Seguridad Social con la que se tengan cubiertas las contingencias profesionales.
Mª José Ochotorena Ureta D.U.E Especialista en Enfermería del Trabajo
José Ángel Aizkorbe Iraizotz D.U.E Especialista en Enfermería del Trabajo
Nota Técnica de Prevención nº 915. Embarazo, lactancia y trabajo: vigilancia de la salud. Solé, M.D. INSHT 2011.
Nota Técnica de Prevención nº 914 Embarazo, lactancia y trabajo: promoción de la salud. Solé, M.D. INSHT 2011.
Real Decreto 664/1997 sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo y Real Decreto 1311/2005 sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la exposición a vibraciones mecánicas, que en sus artículos 4.3.f y 4.4.c, respectivamente, disponen que el empresario al realizar la evaluación de riesgos deberá prestar especial atención a los efectos o riesgos adicionales para aquellos trabajadores especialmente sensibles expuestos al riesgo, incluidas las trabajadoras embarazadas.
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos laborales (artículo 26)
Ley 39/1999, de 5 de noviembre, para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras
Real Decreto 1131/2002, de 31 de octubre, por el que se regula la Seguridad Social de los trabajadores contratados a tiempo parcial, así como la jubilación parcial
Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Real Decreto 295/2009, de 6 de marzo, por el que se regulan las prestaciones económicas del sistema de la Seguridad Social por maternidad, paternidad, riesgo durante el embarazo y riesgo durante la lactancia natural.
Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores
Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Directrices para la evaluación de riesgos y protección de la maternidad en el trabajo.2011. Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Madrid.
Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Orientaciones para la valoración de los riesgos laborales y la incapacidad temporal durante el embarazo. 2008. Madrid.
El teletrabajo se define como “una forma de organización y/o de realización del trabajo, utilizando las tecnologías de la información en el marco de un contrato o de una relación de trabajo, en la cual un trabajo que podría ser realizado igualmente en los locales de la empresa, se efectúa fuera de estos locales de forma regular”.
A continuación se detallan los riesgos a los que pueden estar expuestos los teletrabajadores y las medidas preventivas:
TRASTORNOS MÚSCULO-ESQUELÉTICOS
Manifestaciones: cansancio, dolor, rigidez, tendinitis, STC, tendinitis de Quervaine…
Causas: posturas incorrectas, movimientos repetitivos, estatismo postural,
Medidas preventivas
Mantenimiento de hábitos de higiene postural.
Diseño ergonómico de los elementos del puesto: serán regulables, con dimensiones adecuadas, espacio suficiente para alojar las piernas y cambiar la postura.
Reflejos y deslumbramientos en la pantalla por incorrecta ubicación del equipo.
Calidad de la pantalla.
Medidas preventivas
El borde superior de la pantalla debe coincidir con la línea de su visión horizontal.
Evitar deslumbramientos y reflejos molestos.
Introducir pausas que permitan la recuperación de la fatiga y reducir el tiempo máximo de trabajo ante una pantalla.
RIESGOS PSICOSOCIALES
Entre ellos están:
Aislamiento sociolaboral.
Dificultad para separar el trabajo de la familia.
Complicación en el manejo de horarios y la alimentación (caos en los horarios de comidas, comer en la mesa de trabajo, ingesta de comida a deshoras).
Extensión de la jornada
Adicción, dificultad para abandonar el trabajo (workalholism).
Tecnoestrés: por la incapacidad para gestionar de manera saludable las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Falta de acceso a las herramientas y equipos necesarios.
Pueden generar: estrés ansiedad, depresión, trastornos digestivos, trastornos del sueño, dificultad para la concentración…
Medidas preventivas
Prefijar reuniones con los miembros de la empresa para estar al día en cuestiones profesionales y fomentar el sentido de pertenencia a la organización, evitando problemas derivados de la soledad y el aislamiento.
Formación periódica y específica sobre nuevas tecnologías, pues el trabajador debe estar capacitado para responder a nuevas exigencias.
Flexibilidad horaria y con horario adaptado a las cualidades y necesidades del teletrabajador.
Delimitar horarios de trabajo.
Pausas: establecer un ritmo de trabajo/descanso, con pausas cortas y frecuente (10-15 minutos cada 2 horas) para evitar fatiga física y mental.
Organizar el trabajo y gestionar prioridades evitando tareas en paralelo, manteniendo el horario.
Separación del ámbito familiar del laboral para evitar tensiones.
RIESGO DERIVADO DE ADECUAR LA VIVIENDA Y CONVERTIRLA EN UN ÁREA LABORAL
Habilitar una zona de trabajo con condiciones que eviten ruidos externos (tráfico, vecindario…) y los propios de la casa (visitas, niños…).
Acondicionar el espacio y elementos del puesto para evitar accidentes. Pasar cables eléctricos y líneas telefónicas junto a las paredes, evitando que se queden en las zonas de paso.
Mantener una buena ventilación, temperatura, iluminación (preferiblemente natural) en el espacio de trabajo.
Evitar la multitarea.
HÁBITOS SALUDABLES
Es importante realizar ejercicio físico periódicamente para combatir el sedentarismo, que puede verse aumentado al eliminar la necesidad de desplazamiento hacia el puesto de trabajo.
El teletrabajo posibilita la ingesta de comida a deshoras, pudiendo facilitar la aparición de sobrepeso, ansiedad, trastornos gastrointestinales o mayor consumo de tabaco o café. Se debe cuidar los hábitos alimenticios y seguir una dieta equilibrada.
Mª José Ochotorena Ureta D.U.E Especialista en Enfermería del Trabajo
Mª Aranzazu Percaz Arrayago D.U.E Especialista en Enfermería del Trabajo
Fuentes
Acuerdo Marco Europeo de 16 de Julio de 2002 sobre Teletrabajo.
NTP 412: Teletrabajo: criterios para su implantación – INSST.
Ministerio de Administraciones Públicas (2006) Manual para la implantación de programas piloto de teletrabajo en la Administración General del Estado. Madrid: MAP.
Recomendaciones para teletrabajar de forma segura y saludable. Recomendaciones elaboradas por la Dirección General de Trabajo y Bienestar Laboral. Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo. Junta de Andalucía. Abril 2020
El objetivo de la seguridad vial en el trabajo es minimizar el impacto derivado de la necesidad de movilidad de los empleados, garantizando además la seguridad en la misma.
Se distinguen dos tipos de accidentes:
Accidentes “in itinere”: los que ocurren al ir o volver del trabajo, que se hayan producido entre el domicilio habitual del trabajador y el puesto de trabajo. Son los más frecuentes y los más subestimados
Accidentes en misión: los que ocurren en los desplazamientos realizados durante la jornada laboral.
FACTORES DE RIESGO
PARÁMETROS TÉCNICOS DEL VEHÍCULO
Mantenimiento del vehículo: neumáticos, frenos, luces…
Distracciones: uso del móvil, fumar, poner música.
VÍA Y CONDICIONES METEOROLÒGICAS
De noche: mantenga en buen estado los faros y utilice el alumbrado adecuado
Con hielo:
Evite las maniobras bruscas.
Si pierde el control, evite frenar e intente controlar el vehículo.
Si nieva o llueve:
Realice una conducción suave.
Aumente la distancia de seguridad y frene con suavidad.
Reduzca la velocidad para adecuarla a las circunstancias de cada caso.
Compruebe con frecuencia si los frenos funcionan, al mojarse pierden su eficacia.
Con viento:
Mantenga firmemente, las dos manos sobre el volante para conseguir controlar la dirección, sobre todo al salir
MEDIDAS PREVENTIVAS PARA CONDUCTORES
Respete las normas de tráfico.
Procure salir con tiempo suficiente.
Mantenga la distancia de seguridad.
Avise las maniobras con suficiente antelación.
Lleve siempre cinturón de seguridad.
Mantenga el vehículo en buen estado.
No haga “eses” entre los vehículos. Respete su puesto en la caravana.
Nunca arriesgue en los adelantamientos y facilite la maniobra a quien le pida paso.
Respete los límites de velocidad.
Amolde la velocidad a las condiciones de la vía.
No conduzca si ha consumido alcohol. Cuando le entre sueño, detenga el vehículo y descanse.
Respete las zonas de paso de los peatones.
Prevea los movimientos de los
No realice señales a los peatones para que crucen la calzada.
MEDIDAS PREVENTIVAS PARA PEATONES Y CICLISTAS
Respete las normas de circulación.
Aunque tenga preferencia, analice las circunstancias del tráfico para conocer las intenciones de los vehículos.
Utilice el paso de peatones o pasos subterráneos para atravesar la calzada. No se demore ni detenga en ella sin necesidad y no entorpezca el paso a los demás.
Para atravesar la calzada fuera de un paso para peatones: deberá cerciorarse de que pueden hacerlo sin riesgo ni entorpecimiento indebido.
Al atravesar la calzada: debe caminar perpendicularmente al eje de ésta.
No atraviese las plazas y glorietas por su calzada, deberá rodearlas.
En días de lluvia, hielo o nieve la calzada puede presentarse resbaladiza: extreme las precauciones.
Mª Aranzazu Percaz Arrayago D.U.E Especialista en Enfermería del Trabajo
Mª José Ochotorena Ureta D.U.E Especialista en Enfermería del Trabajo
Cuando la actividad que realizas en tu trabajo no te llena, es decir no satisface tus objetivos, puedes sentirte agotado física y mentalmente. Esto puede desembocar en que disminuya tu motivación y que aparezcan síntomas como la apatía, entre otros. Probablemente estés empezando a desarrollar un síndrome de burnout (o síndrome del trabajador quemado) muy frecuente en el personal de enfermería.
El desarrollo del concepto de burnout como fenómeno psicológico tiene su origen en Estados Unidos, asociándose a trabajos realizados a mediados de la década de los setenta, siendo particularmente importantes en el caso de las profesiones de ayuda, como la docencia, los servicios sociales, o los profesionales de la salud, en que al lado de elevadas expectativas y exigencias sociales existe generalmente gran escasez de recursos.
Es necesario saber qué tipo de medidas se deben aplicar para evitar la aparición del síndrome de burnout, para así llevar a cabo la actividad profesional de la forma óptima posible.
CAUSAS DEL BURNOUT
Actividad profesional: rutina, monotonía, salario insuficiente, falta de desarrollo profesional, falta de control.
Ambiente de trabajo: exceso de trabajo (sobrecarga por falta de personal), déficit de materiales, insuficiencias en las estructuras de las instalaciones, riesgos a exposiciones peligrosas.
Personal de trabajo: ausencia de trabajo en equipo, déficit de personal, burocracias.
Relación interpersonal en el ámbito familiar, social, y laboral.
Desarrollo de la actividad: convivencia con los sentimientos y dolor que la familia lleva por un ser querido, trabajar con pacientes terminales.
Vida personal: trabajo por turnos, cambios de los horarios, cambios en el sueño.
MANIFESTACIONES
Como manifestaciones que puede presentar el trabajador con burnout, se pueden englobar desde:
Salud física: fatiga crónica, agotamiento, cefaleas constantes, mialgias, disminución de las defensas, alteraciones cardíacas, problemas gastrointestinales, etc.
Salud psicológica: pérdida de la memoria, de la atención, de la concentración, falta de humor, baja autoestima, depresión, temor, etc.
Para hacer frente al Burnout se establecen tres tipos de estrategias con el objetivo de eliminar o disminuir el estrés que se genera en el ámbito laboral para evitar la aparición del Burnout:
A nivel individual:habilidades sociales (asertividad, comunicación eficiente, promoción de las relaciones sociales); manejo de la emoción, técnicas de relajación, información sobre el síndrome de burnout, así como formas de hacerle frente, refuerzos positivos como la gratificación.
A nivel social: es muy importante el apoyo positivo de familiares, amistades y compañeros de trabajo, ya que favorece una buena comunicación, una disminución del agotamiento, del cansancio emocional y de actitudes negativas que pueda presentar el trabajador.
A nivel organizativo: es necesario mejorar las condiciones laborales, modificar los puestos de trabajo, promover con incentivos, establecer horarios más flexibles, mejorar las condiciones del lugar de trabajo (buena iluminación, buen inmobiliario, etc.), así como todo tipo de medidas que sean confortables para el desarrollo adecuado de la actividad del trabajador.
Jose Ángel Aizkorbe Enfermero del Trabajo. SPP Azkoyen. Vicepresidente de la Sociedad Navarra de Medicina y Enfermería del Trabajo (SNMET)
Fuentes
NTP 732: Síndrome de estar quemado por el trabajo “Burnout” (III): Instrumento de medición
NTP 704: Síndrome de estar quemado por el trabajo o “burnout” (I): definición y proceso de generación
NTP 705: Síndrome de estar quemado por el trabajo o “burnout” (II): consecuencias, evaluación y prevenció
Nobel G, Lluch M.T, Miguel MD. Enfermería psicosocial 2. Barcelona: Salvat; 1991
Maslach C, Jackson S. Maslach Burnout inventory. Palo Alto: Consulting Psychologist Press; 1986.
Bustinza A, López-Herce J, Carrillo A, Vigil MD, de Lucas N, Panadero E. Situación del Burnout de los pediatras intensivistas españoles. An Esp Pediatría 2000; 52: 418-23.
La readaptación a la vida laboral después de las vacaciones incluye cambios de horarios, de obligaciones y de estilo de vida en su conjunto. Todo ello conforma un proceso normal de adaptación, que en algunos casos llega a ser más intenso y produce en quien los sufre molestias psicológicas y/o físicas.
SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO
En algunos casos, la presión de la vuelta al trabajo llega a ocasionar verdaderos cuadros de estrés agudo: malestar, ansiedad, depresión, disminución del rendimiento, palpitaciones, sudoración, aumento de las frecuencias respiratoria y cardíaca, temblores, cambios de humor, etc.
Si estos cambios adaptativos se perpetúan más allá de unos días, puede aparecer un verdadero síndrome de ansiedad generalizada o un llamado estrés crónico que manifestará una clínica específica y que puede requerir tratamiento específico.
PAUTAS PARA EVITAR EL SINDROME POSVACACIONAL
Para superar las molestias derivadas de esta mala adaptación al cambio de vida desde las vacaciones a la vida laboral, se recomienda seguir algunas pautas desde las vacaciones:
Evita consumo de productos poco saludables y de bebidas distintas al agua, que no tienen el suficiente poder de hidratación.
Cuidado con el sol: la protección frente a las radiaciones UVA, UVB e IR-A son el pilar de unas vacaciones saludables.
Desconecta del trabajo (móvil, ordenador, etc.): desconectar del trabajo nos hará más eficientes y productivos a la vuelta de las vacaciones y nos ayudará a ver los problemas desde otra óptica, a relativizarlos e, incluso, encontrar nuevas soluciones. Los expertos afirman que son imprescindibles dos semanas seguidas de vacaciones como mínimo.
Programar el regreso a casa de manera anticipada y relajada. No volver de las vacaciones justo el día anterior a la vuelta al trabajo, sino que es recomendable volver un par de días antes, para prepararnos física y mentalmente para el retorno a la actividad laboral.
Al llegar al trabajo empezar de manera gradual con la intensidad del trabajo, de menos a más intensidad, siempre intentando comenzar por las tareas más gratas.
La dimisión interior: del síndrome posvacacional a los riesgos psicosociales en el trabajo. Madrid: Pirámide, 2008.- 267 p.; 22 cm (Colección Empresa y Gestión) ISBN 978-84-368-2162-8; CDU 658.3.053.4 Piña
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