Este libro electrónico recoge todos los artículos publicados en “Palabra de enfermera” durante 2022. Están disponibles en formato pdf y epub.

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Fiebre en el adulto

Fiebre en el adulto

La fiebre es una elevación de la temperatura corporal generalmente causada por una infección. No se trata de una enfermedad, es un síntoma que se manifiesta cuando nuestro cuerpo activa las defensas. Se entiende que tenemos fiebre cuando la temperatura supera los 38 º (a partir de 37,3ºC hablaríamos de febrícula).

No se trata de un valor constante, sino que varía a lo largo del día y en función de la zona en la que se mida la temperatura. Se considera normal la temperatura axilar hasta 37ºC, oral hasta 37,5ºC y rectal y timpánica hasta 38ºC.

Frecuentemente la fiebre suele acompañarse de escalofríos, dolor de cabeza, sudoración y dolor muscular.

¿CÓMO SE TRATA LA FIEBRE?

Si la fiebre no causa ninguna otra sintomatología y es leve no precisa tratamiento específico. Descansar y tomar suficiente líquido con autocuidados en domicilio hasta 3 días de duración sería lo correcto.

Si aparecen síntomas acompañantes que generan malestar, se puede tratar de bajar la temperatura con las siguientes medidas:

  • Tomar líquidos frescos si es posible y de forma frecuente a lo largo del día.
  • Garantizar el descanso
  • Usar ropa ligera, no abrigarse en exceso y cambio de ropa si excesiva sudoración.
  • Evitar el ejercicio físico.
  • Mantener un ambiente fresco y ventilado.
  • Tomar una ducha con agua tibia o usar paños húmedos en frente y axilas.
  • Tomar antitérmicos o analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno siempre que no existan alergias o contraindicaciones. Se deben tomar en la dosis, intervalo y recomendaciones adecuadas e indicadas en el prospecto o por un profesional sanitario.
  • Evitar la toma de antibióticos sin indicación médica. Esto podría dificultar la interpretación del proceso y generar resistencias futuras a antibióticos.
¿CUÁNDO CONSULTAR A UN PROFESIONAL?
  • Si la fiebre se mantiene por encima de 38 º más de 3 días.
  • Consultar también en las siguientes situaciones: embarazo, tratamiento con quimioterapia o radioterapia, personas con las defensas bajas por algún tratamiento específico, tras viajes a países de riesgo, después de haber estado ingresado o haberse sometido a una cirugía recientemente, tras la picadura de una garrapata o si cree que ha podido sufrir una insolación.
  • Presenta fiebre y alguno de los siguientes síntomas: dolor intenso o localizado en una zona concreta, sarpullido, irritabilidad, confusión, convulsiones, rigidez cervical, dificultad para respirar, dolor en tórax, vómitos o diarrea persistentes, debilidad o cambio brusco del estado general.

 

Laura López Suárez
Cristina Areta Cuesta
Especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria

 

Fuentes

 

Imagen de Gundula Vogel en Pixabay

Salud emocional y vejez

Salud emocional y vejez

Cómo nos sentimos influye en cómo nos encontramos y, por tanto, en nuestro estado de salud. La vejez es una etapa en la que se producen cambios vitales relevantes que favorecen la aparición de trastornos del estado de ánimo: el deterioro progresivo de habilidades físicas, psíquicas y sociales, la disminución de autonomía y aumento de dependencia, la pérdida de seres queridos, la proximidad de la muerte, etc.

Vivimos en una sociedad donde el dolor, el malestar emocional y la vulnerabilidad se tiende a esconder. De alguna forma, se nos ha enseñado que tenemos que tener soluciones para todo, dar respuesta a todo y ver siempre el lado bueno de cada situación. Sin embargo, hay veces que nada sirve para aliviar el dolor y sólo cabe aceptarlo, abrazarlo, sentirlo y vivirlo. Hay veces que ningún consuelo es suficiente, que las palabras se quedan cortas y lo único que podemos hacer como personas cuidadoras es callar, acompañar y estar presentes.

VALOR DE LA SALUD EMOCIONAL EN EL BIENESTAR ÍNTEGRO

De la misma forma que los problemas de salud física impactan en nuestra salud mental y emocional, las afecciones afectivas también juegan un papel importante en el afrontamiento y evolución de una enfermedad física. Queda evidenciado, entonces, el valor que tiene la salud emocional en el bienestar íntegro y global de las personas.  

La gestión de emociones es algo completamente necesario y extremadamente complejo que tenemos que incorporar, con urgencia, en nuestras relaciones sociales e interpersonales. Cuando hablamos de gestión emocional no nos referimos a intervenir continuamente con el afán de animar a la persona que lo está pasando mal, sacarle una sonrisa y decirle que todo se va a solucionar. Esto sería banalizar e invalidar sus sentimientos. Nos referimos a intentar profundizar en su caso, mirarle a los ojos, estar a su lado, cogerle de la mano, prestarle atención plena, favorecer la expresión de emociones, indagar en sus preocupaciones, legitimar y normalizar lo que siente, empatizar, ofrecerle nuestro apoyo, respetar su silencio, dejarle llorar. No se trata de actuar e intervenir continuamente, se trata de estar.

 

Bruna Pratsobreroca Andreu
Carmen Urbano Rico

Enfermeras Internas Residentes (EIR) de segundo año de formación en Enfermería Geriátrica. Unidad Docente Multidisciplinar de Geriatría. Hospital Universitario de Navarra.

 

 

Fuentes

 

Fotografía: imagen de Ellen en Pixabay

Alimentación en niños mediante botón gástrico: características y cuidados

Alimentación en niños mediante botón gástrico: características y cuidados

La nutrición es un proceso biológico por el que los alimentos sólidos y líquidos que ingerimos son procesados por el organismo para el buen funcionamiento, crecimiento y mantenimiento de las funciones más vitales.

La forma más común y fisiológica de que esos alimentos lleguen al cuerpo del niño es por vía oral (por la boca), ya sea en estado sólido, texturizado o líquido.

Existen situaciones en las que esta forma de alimentarse es imposible debido a las características anatómicas, patologías o estado general del niño. Esta dificultad para poder tragar alimentos, se denomina disfagia.

LAS CAUSAS PUEDEN SER VARIAS
  • Parálisis cerebral (80%).
  • Alteraciones anatómicas, como labio leporino, macroglosia (lengua de mayor tamaño que el común)… 
  • Síndromes o enfermedades raras.
  • Anorexia.
  • Portador de traqueotomía.

Cuando es imposible la alimentación por vía oral, se plantea otro tipo de alimentación:

  • Parenteral: mediante un catéter endovenoso (por la vena). Son alimentos especialmente preparados.
  • Enteral:
    • sonda nasogástrica: se introduce una sonda por uno de los agujeros nasales y se llega a través del esófago, hasta el estómago.
    • sonda de gastrostomía: una pequeña sonda que se introduce por medio de un orificio practicado en el abdomen y va directamente al estómago. Se alimenta por medio de un botón gástrico.Boton gastrico

 

CÓMO SE ADMINISTRA LA ALIMENTACIÓN A TRAVÉS DE UN BOTÓN GÁSTRICO
  • Lavarse las manos y limpiar la parte de la piel que rodea el estoma (abertura artificial en el cuerpo) con agua tibia y jabón. Secar meticulosamente y aplicar una solución antiséptica. Cubrir con gasa estéril. El soporte externo de la sonda puede levantarse y girarse ligeramente de forma suave.
  • Mantener al niño sentado o semiincorporado (30º o 60º)
  • Continuar en esta posición durante 1 hora tras la administración de la alimentación.
  • Antes de administrar la alimentación, verificar que no haya contenido gástrico abundante de la toma anterior. Aspirar con la jeringa a través de la sonda.
  • Administrar el alimento lentamente.
  • Debe estar a temperatura ambiente.
  • Después de cada ingesta, pasar agua por la sonda para que no queden restos.
  • El material utilizado (jeringa y alargadera) debe lavarse con agua y jabón y aclararse con abundante agua.botón gástrico

 

ADMINISTRACIÓN DE MEDICACIÓN
  • Limpiar la sonda con agua antes y después de administrarla.
  • No mezclar diferentes medicamentos en una misma jeringa.
  • Primero las formulas líquidas y posteriormente las densas.
  • Los comprimidos pueden triturarse y disolverlos en agua.

 

CUIDADO DEL ESTOMA
  • Evitar sumergirse en bañera hasta 10 días después de la intervención.
  • Mantener el estoma limpio y seco cubierto con una gasa estéril rodeando el botón.
  • La sonda ha de estar sujeta al cuerpo con ropa ajustada o una malla de tela para evitar tirones.
  • Mantener adecuada higiene de la boca cepillando dientes 3 veces al día.
  • En caso de retirada accidental de la gastrostomía y de no poder acudir al hospital, se debe informar al personal sanitario del Centro más cercano para colocarle una sonda de sustitución del mismo tamaño o una sonda tipo Foley que evite el cierre del estoma. Cuando sea posible, mejor acudir al hospital.

 

Beatriz Vicondoa Álvarez (@BeatrizVicondoa)
Enfermera del Centro Público de Educación Especial Andrés Muñoz Garde (Pamplona)

 

Fuentes

  • Hospital Universitario Cruces: Centro colorrectal y osteomizados pediátricos Osakidetza.
  • Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición, Hospital Sant Joan de Déu, Barcelona. Imágenes gentileza de Nestlè Nutrition y servicio de medios audiovisuales Hospital Sant Joan de Déu

 

 

Autolesiones: el síndrome de cutting

Autolesiones: el síndrome de cutting

El síndrome de cutting es el acto de autolesionarse con el fin de alterar un estado de ánimo, terminar con un estado de confusión emocional o aliviar una situación que implique estrés, infligiéndose un daño físico en el cuerpo.

Las autolesiones hacen referencia a cualquier comportamiento que una persona realiza de forma intencionada, autodirigida, inmediata, para hacerse daño a uno mismo, pero no para suicidarse.

¿CUÁLES SON LAS AUTOLESIONES MÁS COMUNES?

Los tipos de autolesiones no suicidas más frecuentes son los cortes en la piel (normalmente en brazos), pero también pueden consistir en otros tipos de cortes a otras partes del cuerpo, rascado en exceso, golpes autoinfligidos u otras formas de hacerse daño a uno mismo, sin intención de acabar con la propia vida.

¿QUÉ PROBLEMAS SUELEN ASOCIARSE A LAS AUTOLESIONES NO SUICIDAS?

En la actualidad estas conductas son cada vez más frecuentes y las exhiben adolescentes no necesariamente afectados de un trastorno mental severo. Estudios recientes indican que entre un 13 y un 45% de los adolescentes se han autolesionado al menos una vez en su vida.  

Suelen estar relacionadas con dificultades en la regulación emocional (gestión apropiada de las propias emociones), problemas en las relaciones interpersonales, sean con los amigos o con la familia, la exposición a circunstancias o experiencias adversas en la infancia, entre otros.

Algunos expertos han identificado que a nivel psicológico estas conductas pueden cumplir varias funciones, entre ellas estaría la de buscar experimentar sensaciones intensas, la de minimizar emociones negativas intensas, la de autocastigo por disminuir sentimientos y pensamientos de culpa, la de pedir ayuda y/o comunicar al entorno social un elevado malestar psicológico, por citar algunas.

¿CUÁLES SON LAS SEÑALES DE ALERTA QUE NOS DEBERÍAN HACER PENSAR QUE UN ADOLESCENTE SE ESTÁ AUTOLESIONÁNDOSE DE FORMA REPETIDA?

Hay que considerar el tipo, la gravedad y la frecuencia de las autolesiones no suicidas, la escalada de estas, la presencia o no de otros problemas asociados (si además hay problemas alimentarios, problemas de ansiedad, etc. podría ser más complejo) y los recursos psicológicos del adolescente para afrontar situaciones.

Los especialistas señalan que poder identificar y tratar estas conductas a tiempo, de forma temprana, y ofrecer la ayuda necesaria y adecuada podría contribuir a prevenir el desarrollo de psicopatología más grave.

Si identificamos este tipo de conductas en un adolescente, es necesario que consultemos a un profesional de la salud.

 

María Ángeles Durán Los Arcos
Lucía Grova Salgueiro
Enfermeras Especialistas en Salud Mental

 

Fuentes

  • Gonzáles V, Valeriano J. D., Carvallo Y, Condori R. “Sindrome de cutting”. Editorial Academica Española. 2020.

 

Imagen de SplitShire en Pixabay