La higiene de las manos es esencial para garantizar su limpieza y reducir la transmisión de enfermedades, entre ellas el coronavirus.  Pero el exceso de lavados, el uso de productos irritantes, un secado inadecuado, factores individuales… pueden provocar la aparición de eccemas y dermatitis en las manos, haciéndolas más vulnerables a la entrada de infecciones.

Las recomendaciones del lavado frecuente deben ir unidas al consejo de un buen cuidado de las manos, que implica acciones para disminuir el riesgo de irritación y deterioro de la piel.

 Proteger las manos con guantes adecuados para:

  • Resguardarse del frío.
  • Utilizar productos irritantes o sensibilizantes (detergentes, lejías, polvo, cartón,  tintes, disolventes…).
  • Evitar roces y daños en trabajo y aficiones.
  • Manipular alimentos, sobre todo ajo, cebolla, tomate, patatas, naranjas, limones… (son irritantes).
  • Evitar la humedad excesiva (fregar, limpiezas…). No llevarlos mucho tiempo, Cambiarlos si nota las manos húmedas.

No tocarse la cara con los guantes puestos. Retirarlos de manera adecuada.

El uso de guantes no sustituye al lavado de manos.

 

 ¿CUÁNDO HAY QUE LAVARSE LAS MANOS?
  • Siempre que estén visiblemente sucias.
  • Después de ir al baño, estornudar, toser o sonarse la nariz.
  • Tras estar con enfermos, tocar animales, productos tóxicos, objetos que pueden estar contaminados (dinero, interruptores, envases, alimentos, carnes crudas…).
  • Para tocar a los bebes, atender enfermos y curar heridas.
  • Para preparar alimentos, comer, tocarse la cara, los ojos
  • Antes de ponerse guantes y después de quitárselos.

 

¿CÓMO LAVARSE LAS MANOS?

Siempre que sea posible, el lavado se hará con agua y jabón suave.

En su defecto, en algunas profesiones, si nuestras manos están dañadas y no se encuentran sucias, podemos limpiarlas con geles o soluciones hidroalcohólicas, frotándolas por todas las zonas hasta absorber el producto

  • Retirar objetos: anillos, pulseras, relojes…
  • Llevar las uñas cortas y cuidadas.
  • Mojar las manos con agua tibia (ni caliente, ni muy fría).
  • Aplicar una cantidad adecuada de jabón suave (pH neutro, syndet,  hipoalergénicos…)
  • Frotar unos 30 segundos: palmas,  dorso, entre  los dedos (incluidos los pulgares), uñas, pulpejos (espacio entre índice y pulgar) y muñecas.
  • Aclarar  con agua todo el jabón.
  • Secar bien sin frotar (a toquecitos) todas las zonas, con una toalla limpia.
  • Aplicar cremas hidratantes o protectoras después de cada lavado y siempre antes de acostarse.

La dermatitis de manos puede ocasionar: picor, escozor, pequeñas ampollitas, enrojecimiento, fisuras, zonas engrosadas o secas… Precisará de la aplicación de tratamiento tópicos con  corticoides o inmunomoduladores y, en ocasiones, la valoración  por Dermatología para descartar sensibilizaciones u otros tratamientos.

 

Mº Pilar Hernández Orta
Enfermera de Dermatología. Hospital Reina Sofía de Tudela.
Máster en Deterioro de la Integridad Cutánea y Cuidado de la Piel. Universidad Católica San Vicente Mártir de Valencia (UCV).

 

Fuentes

 

Imagen de ivabalk en Pixabay