La OMS define la adolescencia como el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años.

Es una etapa caracterizada por un ritmo de crecimiento acelerado y por continuos cambios que producen en el adolescente una sensación de inseguridad, haciéndole sentir que no se reconoce. En esta etapa de su vida, el adolescente necesita la autonomía necesaria para poder definir sus convicciones y descubrir cuál es su lugar en la sociedad y en su familia.

 

Familia y amistades

Durante la adolescencia, los amigos pasan a ser un pilar fundamental, perdiendo poco a poco la necesidad de ser guiados por los padres.

Es importante que la familia no menosprecie las nuevas preocupaciones e intereses del adolescente para que pueda conseguir una autoestima sana, que le ayude a vivir de forma plena.

Algunas estrategias que se pueden utilizar para aumentar su autoestima y autoconfianza son:

  • Hablar de sus virtudes físicas de una forma constructiva: si los adolescentes se sienten bien con su cuerpo afrontaran estos años con más recursos para defenderse y lograr una mejor estima personal. Es un buen momento para aprovechar y educarles en:
    • Reforzar los hábitos de vida saludable.
    • Dieta equilibrada.
    • Práctica de ejercicio moderado de forma
  • Tolerancia y respeto ante diferentes estilos de vestuario, música y amistades.
  • Están en la edad de experimentar y de sentir que son ellos quienes deciden, por lo que hay que intentar acompañarles y guiarles al tomar sus decisiones, dentro de unos límites establecidos por los padres.
  • Intentar no menospreciar a sus amigos, ya que lo percibe como un ataque contra sí mismo.
  • Enseñarles la diferencia entre la “apariencia”, lo que intentamos ser o lo que nos piden que seamos, y la “identidad”, lo que realmente somos.

 

Ciberacoso

Se define ciberacoso como una situación en la que un sujeto recibe a través de soportes electrónicos con la finalidad de socavar su autoestima y dignidad personal y dañar su estatus social, provocándole victimización psicológica, estrés emocional y rechazo social.

Su incidencia en adolescentes ha ido en aumento debido a la elevada utilización de TICs (tecnologías de la información y la comunicación), aumentando el riesgo de depresión y suicidio.

Algunas pautas a tener en cuenta para prevenirlo son las siguientes:

  • Involucrarse en el uso que hacen sus hijos de Internet.
  • Horario para el uso de Internet y del ordenador.
  • Ordenadores con webcam y acceso a Internet en zonas comunes de la casa.
  • Educar en el uso responsable de la cámara web.
  • Educar en la difusión responsable de imágenes (no enviar a desconocidos, ni colgar según qué imágenes).
  • Supervisar, evitando ser intrusivos.
  • Comunicación abierta con hijos abordando beneficios y riesgos de las TIC.
  • Educar en la autoprotección: ser cuidadoso a la hora de facilitar datos por Internet y en las redes sociales.

 

Sexualidad

Los cambios físicos en la adolescencia se están adelantando en el tiempo, lo que produce que la edad media de la primera relación sexual también se haya adelantado, situándose actualmente en los 16 años.

Es importante informar a los hijos de los riesgos que pueden conllevar las relaciones sexuales, no solo de embarazos, sino también de enfermedades de transmisión sexual y de los métodos anticonceptivos que previenen dicha transmisión.

Además de los riesgos es importantes hablar con ellos de la parte emocional de la sexualidad (enamoramiento, desenamoramiento) así como de la capacidad de decidir libremente sobre su sexualidad, sin que se sientan presionados por el grupo o la pareja y sin temor a ser rechazados.

 

 

Maria Eugenia Milagro Jiménez
Marta Espartosa Larrayad
Irene Velasco Huici

Enfermeras especialistas en Pediatría.
Miembros de la Asociación de Enfermería Pediátrica de Aragón y Navarra (AEPAN)

 

Fuentes

 

Fotografía: Pixabay / PublicDomainArchive