La sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de toda su vida y siendo diferente su expresión según la etapa vital en la que esté manifestándose.

Podríamos decir que la sexualidad es una forma de comunicación. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.

Todos los seres humanos experimentamos la sexualidad de manera individualizada. Ésta forma parte de la identidad de las personas y cuando se dan problemas sexuales, dicha identidad puede verse afectada y, como consecuencia, nuestra salud mental.

Nuestra manera de vivir, sentir y experimentar la sexualidad puede influir en nuestro:

  • estado de ánimo.
  • autoestima positiva/infravaloración.
  • plenitud/disfunción sexual.
  • concepción positiva del mundo y la vida/prejuicios, creencias y formas inadecuadas de concebir la sexualidad.
  • satisfacción/insatisfacción personal.
  • seguridad en socialización/problemas relacionales.
  • vivencia adecuada/errónea de la sexualidad.
  • cumplimiento/abandono de tratamientos pautados.

La sexualidad es fuente de salud, bienestar y vida, expresión de comunicación, amor y afecto. Para disfrutar de una manera plena la sexualidad se puede considerar útil que cada persona se conozca, se quiera, se respete, y se responsabilice.

 

David Rodriguez Merchán
Enfermero especialista en Salud Mental.

Maria Cruz Ariz Cia
Enfermera especialista en Salud Mental.

 

Fuentes: