¡Ha llegado el verano! Y con él; el buen tiempo, las piscinas, el sol, el mar… Por ello, debemos tener en cuenta ciertas recomendaciones para nuestros pequeñosEn este caso nos vamos a centrar en cuidados básicos sobre los siguientes temas.

 

PROTECCIÓN SOLAR

 

Los bebés y los niños menores de 3 años son los más vulnerables a los efectos nocivos de las radiaciones. Especialmente aquellos niños de piel blanca, rubios, pelirrojos, pecosos, con lunares numerosos y/ o con antecedentes familiares de cáncer de piel.


Es importante establecer hábitos de fotoprotección tanto en playas, piscinas, montañas, cómo cuando se realizan actividades al aire libre. Es fundamental su uso correcto. Para ello debemos:

  • Evitar la exposición prolongada o en horas centrales (12 a 16 horas).
  • Utilizar sombrillas y/o saber dónde hay lugares con sombra.
  • Utilizar cremas que sean resistentes al agua. Con factor de protección alto; con protección frente a rayos UVA y UVB.
  • Utilizar ropa que sea de color claro y que cubra parte del cuerpo, gorros, gafas de sol etc.
  • Las cremas deben aplicarse entre 15 y 30 minutos antes de la exposición. Hay que repetir el proceso cada 2 horas y tras el baño.
  • Extremar la precaución en las zonas más sensibles o con lunares (utilizar protección total).

Tener en cuenta que en días nublados debemos seguir las mismas recomendaciones. A los niños menores de 6 meses no se les debe exponer directamente al sol.

 

SEGURIDAD EN EL AGUA

 

Chapotear en el agua es algo que les encanta a los niños. Por eso, debemos tener ciertas precauciones para evitar cortes de digestión o accidentes. Los accidentes más frecuentes en el agua son en piscinas privadas y en niños menores de 6 años.

  • Valorar siempre la presencia de un adulto y no perderlos de vista.
  • Utilizar flotadores.
  • Localizar los puestos de primeros auxilios.
  • Reposar tras la comida evitando actividad física y baños en aguas frías. Hacer la entrada de forma progresiva.
  • Utilizar gafas de bucear para proteger los ojos y secar los oídos tras el baño.
  • Utilizar chanclas para evitar hongos, verrugas…

 

HERIDAS

 

Los cortes y heridas son especialmente frecuentes en verano. Ante cualquier corte o herida sencilla; estos son los pasos a seguir:

  • Lo primero que debemos hacer es lavarnos bien las manos con agua y jabón.
  • Limpiar la herida con jabón y aclarar con un buen chorro de agua.
  • Secar la herida con gasas estériles dando pequeños toques de dentro hacia fuera. No usar algodón ni productos como polvos o pomadas sin que hayan sido indicados.
  • No extraer objetos clavados a no ser que sean muy pequeños y visibles.
  • Presionar la herida con una gasa si sangra.
  • Aplicar un antiséptico y valorar si precisa tapar o no.

En heridas más profundas, con objetos clavados, que no cede el sangrado o con alto riesgo de infección, acudir al centro sanitario más cercano para su valoración.

 

CUIDADOS GENERALES EN VERANO

 

  • Beber abundantes líquidos (agua) para evitar deshidratación, especialmente cuando hace mucho calor.
  • Cuidado con las picaduras de insectos. Tener un repelente o una crema para aliviar las picaduras.
  • Llevar una alimentación equilibrada. Aumentar consumo de fruta y verdura fresca. Controlar helados, chucherías, bollerías, refrescos y zumos de tetra brik.
  • Tener siempre a mano un botiquín.
  • Uso correcto de casco, rodilleras y otros dispositivos para evitar accidentes.

 

fotografía de herida en niños

 

BOTIQUÍN

 

¿Qué incluir en el botiquín infantil de casa?

  • Un termómetro.
  • Antiséptico para curar heridas: clorhexidina, povidona yodada, alcohol.
  • Apósitos adhesivos (tiritas) para tapar heridas pequeñas.
  • Gasas y esparadrapo para cubrir heridas más grandes.
  • Suero fisiológico (en bote o ampollas individuales) para la limpieza de la nariz o de los ojos.
  • Un medicamento analgésico-antipirético para tratar la fiebre y el dolor. Los más utilizados son el paracetamol y el ibuprofeno.

El botiquín también lo utilizaremos para guardar la medicación de uso ocasional que necesitan los niños con alguna enfermedad crónica.

En caso de viajes o periodos de vacaciones fuera de casa es recomendable llevar un botiquín similar, que sea fácil de transportar. No olvidar la medicación habitual que algunos niños puedan tomar diariamente.

En función de las circunstancias del viaje valorar añadir otros productos como:

  • Protector solar.
  • Repelente de insectos y algún producto para aliviar sus picaduras.
  • Solución de rehidratación oral.
  • Medicación de urgencia para casos especiales; como por ejemplo autoinyector de adrenalina para alergias de riesgo, anticonvulsivantes en niños epilépticos, etc.

Importante también acordarnos de llevar la tarjeta sanitaria de todos los miembros de la familia y una copia del calendario vacunal de los niños actualizada.

Lo siguiente ya es….DISFRUTAR DEL VERANO!

Irene Velasco Huici

Marta Espartosa Larrayad

Maria Eugenia Milagro Jiménez

Enfermeras especialistas en Pediatría.

Miembros de la Asociación de Enfermería Pediátrica de Aragón y Navarra (AEPAN@AEPANenfermería

 

Bibliografía