Nos encontramos en época de exámenes, situación estresante que puede generar ansiedad en muchos jóvenes. Como decíamos en el post “Ansiedad: ¿respuesta del organismo normal o patológica?, esta ansiedad “se trata de una respuesta normal de nuestro organismo que nos ayuda a enfrentarnos a situaciones desafiantes y peligrosas de la vida cotidiana”, como son los exámenes. Por lo tanto, un poco de ansiedad nos va a venir bien, nos activará y nos permitirá estudiar y realizar exámenes de manera más eficiente.

El problema surge cuando el nivel de ansiedad es tal que nos impide concentrarnos, nos bloquea o nos genera temor o sufrimiento. Si es el caso, podemos tratar la ansiedad con técnicas de relajación como la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva de Jacobson (páginas 6-16 o audio guiado) , el entrenamiento autógeno de Schultz o la visualización.

Pero sin duda lo mejor es prevenir trabajando en cuatro frentes:

  1. Adoptar unos hábitos de vida saludables, sobre todo en época de exámenes.
  2. Tener una técnica eficaz en el estudio.
  3. Tener la motivación suficiente.
  4. Realizar una preparación mental.

Entre los hábitos de vida saludables cabe destacar:

  • Prescindir de estimulantes: café, bebidas energéticas, ciertos fármacos, otros tóxicos…
  • Llevar una dieta completa y equilibrada, realizando 5 ingestas al día, incluyendo fruta y verdura, evitando excesos de grasas y proteínas, con desayunos con suficiente cantidad de hidratos de carbono.
  • Ejercicio físico: realizar algo de ejercicio físico cada día (andar a ritmo rápido durante media hora puede ser suficiente) nos permitirá sacar mayor rendimiento al tiempo que dediquemos al estudio.
  • Postura adecuada durante el estudio.
  • Sueño: dormir un número de horas suficiente (7-8 horas) y preferiblemente siempre en el mismo horario

Para poder estudiar bien son necesarios una buena planificación, un lugar de estudio adecuado y emplear técnicas de estudio eficaces. Las técnicas de estudio incluyen: tomar apuntes, lectura comprensiva, subrayado, los esquemas, el resumen, la asimilación, el repaso y conocer los distintos tipos de exámenes.

Las claves que nos ayudarán a mantener una buena motivación son:

  • La aplicación de técnicas y métodos de estudio y memorización.
  • El conocimiento de los fines de nuestro estudio.
  • El rendimiento que ofrezcamos y el producto resultante, que nos indicará si llevamos el camino correcto.
  • La ampliación de conocimientos y su aplicación.

Para prepararnos mentalmente, deberemos identificar nuestros pensamientos negativos (“no voy a aprobar”, “esto es imposible”, “no tengo tiempo”) y sustituirlos por otros pensamientos más racionales y realistas (“lo he conseguido otras veces”, “voy a dejar de pensar en el bloqueo porque no me sirve de nada y empezar a estudiar ya”, “lo peor que podría ocurrir en realidad no es tan horrible”).

Rubén Maeztu Ugarte

Enfermero especialista en Salud Mental
@rmaeztu
Miembro de @AnesmNavarra
Bibliografía