Cuando una pareja se plantea formar una familia, con frecuencia se preocupa en buscar información relacionada con el embarazo, los primeros cuidados del recién nacido, la crianza… y así “estar preparados” para la llegada del nuevo miembro. Sin embargo, no son muchas las personas que son conscientes de lo que implica para la pareja dar el paso a la maternidad-paternidad.
ALEGRÍA E INCONVENIENTES
La llegada de un hijo generalmente viene acompañada de una mochila cargada de postales del día a día que no se parecen a lo que vemos en la ficción. La alegría por el nacimiento viene unida a la falta de sueño, el acumulo de cansancio, el estrés cuando el bebe llora y no sabemos calmarlo, la inseguridad que nos produce este nuevo y desconocido rol de padre-madre y la obsesión por ser los mejores o por no saberlo hacerlo bien.
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Pasados los primeros días o meses, se pueden ir sumando otros factores, consecuencias directas o no de los anteriores como pueden ser la alteración en la imagen corporal de la mujer (su cuerpo no es el que era), sensación de abandono de alguno de los miembros de la pareja (al centrarse el otro más en los cuidados del bebe), disminución de tiempo para actividades sociales, angustia por integrar rol de madre-padre con rol profesional o pérdida de tiempo para compartir los dos solos, entre otros.
Todo lo anterior va a afectar indudablemente a la relación de pareja. El que lo haga de forma positiva o negativa, enriquezca o empobrezca la unión va a depender en gran medida de la actitud que tomen los miembros y de los recursos que manejen.
PACIENCIA: ES UNA SITUACIÓN TRANSITORIA
Conocer que es una situación transitoria, que poco a poco se estabiliza y que se necesita paciencia nos puede ayudar a crecer en el proceso, y a evitar que el distanciamiento construya un muro que luego sea difícil de derribar.
Como recurso importante tenemos la comunicación, no solo la hablada sino la afectiva, representando para la pareja el medio idóneo para expresar sentimientos, pensamientos, temores, percepciones… Que no pasen los días sin expresarle que le quieres, sin mostrarle tus preocupaciones, sin preguntarle qué es lo que le preocupa…Si falla la comunicación, aparecerá seguramente el conflicto.
Los conflictos son parte habitual y necesaria de la vida de pareja ya que permiten el enriquecimiento de la misma. El problema comienza cuando los conflictos no pueden ser resueltos, se cronifican y se transforman en pautas conductuales repetitivas e ineficaces.
Y sobre todo, no olvidar que la familia se inicia con la formación de una pareja y que la evolución de esa relación constituye el eje central de la vida familiar.
- Sáez,S. Sexo Básico.Universidad Camilo José Cela.Madrid.2010.
- Villamán MC. Estudio acerca de las dificultades asociadas al nacimiento del primer hijo y los recursos que se despliegan en parejas en esta etapa del ciclo vital familiar.[Tesis Doctoral].Santiago de Chile.Universidad del Desarrollo.Facultad de Psicología.2010. Extraido el 3 de Febrero de 2016 desde https://www.researchgate.net/publication/215548827.
- Melero R. La relación de pareja.Apego, dinámicas de interacción y actitudes amorosas:Consecuencias sobre la calidad de la relación.[Tesis Doctoral].Valencia.Universidad de Valencia.Facultad de Psicología.2008.Extraido el 4 de febrero de 2016 desde http://hdl.handle.et/10803/10234 .