Desde la planificación del embarazo hay que adoptar una serie de hábitos saludables que nos van a acompañar durante toda la gestación en beneficio de nuestra salud y la del bebé.

 
Las pautas a seguir serán las mismas que para el resto del año, pero teniendo en cuenta las peculiaridades de la época estival.
 

Estas son algunas de las dudas más frecuentes:

 

¿PUEDO VIAJAR?

En líneas generales no está contraindicado el viaje en un embarazo de bajo riesgo. Habrá que personalizar dependiendo de las circunstancias de la gestante y del momento del embarazo en el que se desee viajar.
 

Si viajas en avión, levántate del asiento cada dos horas aproximadamente y realiza ejercicios de rotación y flexo-extensión con los pies durante el viaje. Usa medias de compresión para mejorar el retorno venoso durante el mismo.

 
Los detectores de metales de los aeropuertos no son dañinos para el feto.
 
Si te decides por el coche o autobús, realiza paradas cada dos horas aproximadamente para estirar las piernas y colócate siempre el cinturón de seguridad. La banda ventral (pélvica o inferior) del cinturón de seguridad deberá pasar lo más bajo posible, evitando la presión directa sobre el útero. La banda diagonal (torácica) pasará centrada por la clavícula, entre las mamas y lateralmente por el abdomen.

En caso de realizar viajes al extranjero, es conveniente consultar con el ginecólogo o la matrona por si fuera necesaria la administración de alguna vacuna o profilaxis, y asegurarse de que el país al que viaja la gestante tiene buenos servicios sanitarios.
En todos los casos sería recomendable que llevarás contigo tu cartilla de salud o un pequeño resumen de tu control de embarazo.

 
¿PUEDO TOMAR EL SOL?
No hay contraindicación para hacerlo, pero siempre evitando las horas de mayor incidencia solar y, por supuesto, con loción de alta protección. La influencia hormonal hace que haya predisposición a la aparición de manchas e hiperpigmentación, por lo que toda precaución es poca.

HIGIENE Y VESTIDO

Durante la gestación aumenta la sudoración y el flujo vaginal y en verano esto se puede ver incrementado. De ahí la importancia de una buena higiene corporal: es recomendable una ducha diaria utilizando jabones neutros.

 
Utiliza ropa cómoda y holgada de tejidos transpirables, evitar calcetines y medias que compriman demasiado porque pueden dificultar el retorno venoso.
 
EJERCICIO Y DEPORTE

Los beneficios del deporte y ejercicio del embarazo están más que demostrados, Los ejercicios acuáticos y la natación en piscina o mar resultan una alternativa segura, con un bajo riesgo de lesión

La bicicleta estática, el paseo, el yoga y el baile son también actividades muy seguras durante el embarazo, siempre evitando las horas de máximo calor e hidratándonos durante la actividad.

ALIMENTACIÓN
Es importante realizar una alimentación equilibrada durante todo el embarazo, en verano evita las comidas pesada e ingiere alimentos ricos en fibra cómo frutas, verduras y ensaladas frescas. Son recomendables también los hidratos de carbono y las proteínas pero eso sí, cocinadas a la plancha y con poco aceite.


Esperamos que con estos pequeños consejos, el verano no suponga un impedimento para el disfrute de esta época tan bonita e importante de tu vida, sino una oportunidad para disfrutar más si cabe de la “dulce espera”.

Leyre Osés Ayúcar
Sheila Arrastia López
Adela Ayerra Gamboa

 
Matronas del Complejo Hospitalario de Navarra.
Miembros de la Asociación Navarra de Matronas (ANAMA)

Bibliografía:

  • Fabre González. E. “Manual de asistencia al parto normal”: Zaragoza 2001. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio. 2014.